Los niveles de urobilinógeno en la orina brindan información crucial sobre la salud del hígado, los glóbulos rojos y los conductos biliares. Los desequilibrios pueden indicar:
- Afecciones del hígado: hepatitis, cirrosis o insuficiencia hepática.
- Problemas de vesícula biliar o conducto biliar: cálculos biliares o tumores.
- Trastornos de la sangre: anemia hemolítica u otras afecciones que causan una degradación excesiva de los glóbulos rojos.